Barba, mujeres trans y el body policing

Hoy, usamos la CISterna para mandar al retrete un problema muy cis; decirle a las mujeres trans lo que deben hacer con su barba. Abrimos texto a partir de una frase muy recurrente: “Déjate la barba, suda de lo que diga la gente”.

TW disforia, body policing, transmisoginia

Tiempo estimado de lectura: 3-4 minutos


Teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad cisnormativa, es decir, regida por la apariencia, los cuerpos y demás características de las personas cis, cuando las personas trans moldeamos algún aspecto de nosotras mismas solemos hacerlo por necesidad, originada por esa cisnorma, y con el propósito de encajar en ella y así recibir menos violencias. Eso no significa que cada persona lo viva como un drama, ya que cada persona experimenta estas violencias de una forma; encontraréis mujeres trans encantadísimas de operarse los genitales y encontraréis mujeres trans que lloran por las noches porque quieren mantener su barba por X razones.

El problema está en que, socialmente, se nos otorga aceptación cuando transitamos. Parecer mujeres cis es “EL CAMINO” a seguir para cualquier persona cuando sale del armario trans. Y eso es la primera violencia; la aceptación no debería ir ligada a cuán cis parecemos. Es lo que llamamos cisapariencia o “passing”, término que se origina, por cierto, en la lucha racial y del que igual no deberíamos apropiarnos. Digo, eh.

Entonces.

Cualquier presión que se ejerza sobre nuestra transición puede ser muy violenta y puede provocar, desencadenar o alimentar traumas. Si yo, mujer trans, me dejo barba porque me gusta y/o porque es mi decisión de transformarlo en un acto político de lucha contra la cisnorma, apóyame, porque es una batalla muy dura y constante. Si por el contrario, decido quitármela porque me gusto más sin y/o porque sucumbo a la cisnorma por el dolor que me provoca que no me lean como mujer, apóyame también. Sin peros.

El discurso de “suda de la gente, tú déjatela” está elaborado desde la ventaja de no ser negada como mujer por eso, con todo el trauma que conlleva (que puede llegar a ser mucho). Es una forma más de body policing, que no es otra cosa que la violencia consistente en juzgar y determinar la aceptación de las mujeres trans en función de las características corporales que tengamos y/o modifiquemos.

Así pues, jamás se te ocurra ejercer ningún tipo presión sobre la decisión de una persona trans de transitar o no transitar, ya sea a través de la barba o de cualquier otro tipo de cambio. Asume que no es tan sencillo para nosotras como ignorar a la gente. Si lo que quieres es ayudarnos, explícale a la gente lo que te cuento en este texto, y ofrece apoyo moral y cuidados a las mujeres trans que lo necesiten.

La CISterna Transfemmenista

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